TEMA 2. CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE EN EL ÁMBITO ACADÉMICO

Según Beltrán (1995), son muchas y diversas las clasificaciones que se han realizado de las estrategias. Por su parte Danserau (1978) citado por Beltrán (1995) las clasifica en dos clases de estrategias las primarias que operan directamente sobre el material informativo y hacen relación directa a los procesos de comprensión-retención y recuperación-utilización, y estrategias de apoyo, que tratan de mantener el clima cognitivo adecuado, y hacen referencia a la elaboración y programación de metas.
Jones (1986) citado por Beltrán (1995), identifica tres tipos de estrategias: estrategias de codificación (nombrar, repetir, elaborar ideas clave de un texto), generativas (parafrasear, visualizar el material por medio de analogías, metáforas o inferencias), y constructivas (razonamiento, transformación y síntesis).
Por otra parte Weinstein y Mayer (1986) establecen una clasificación sencilla y lineal de las estrategias: repetición, organización, elaboración, control de la comprensión y estrategias afectivas. Y cada unas de estas estrategias se puede aplicar a tareas de aprendizaje básicas o complejas.
Beltrán (1995) llega a la conclusión de que básicamente las estrategias se pueden dividir teniendo en cuenta dos criterios: su naturaleza y su función. De acuerdo con su naturaleza, las estrategias pueden ser cognitivas, matacognitivas y de apoyo. De acuerdo con función, se pueden clasificar las estrategias de acuerdo con los procesos a los que sirven: sensibilización, atención, adquisición, personalización, recuperación, transferencia y evaluación.
Ahora bien, se puede entonces establecer una clasificación que divide las estrategias en cuatro grupos: estrategias de apoyo, estrategias de procesamiento, estrategias de personalización y estrategias metacognitivas.

2.1. Estrategias de Apoyo.

Son aquellas que se encuentran al servicio de la sensibilización del estudiante hacia las tareas de aprendizaje. Y la sensibilización hacia el aprendizaje tiene tres ámbitos: la motivación, las actitudes y el afecto.
Las estrategias motivacionales posibles son muchas, tenemos entre ellas la motivación intrínseca relacionada con el manejo de constructos como los de curiosidad epistémica, control de la tarea, confianza y desafío; motivación al logro, la autoeficacia, la orientación a la meta o las conocidas estrategias de refuerzo.
Las estrategias relacionadas con las actitudes apuntan a tres ámbitos de intervención: el clima de aprendizaje, el sentimiento de seguridad y satisfacción personal, y la implicación en las tareas escolares.
Una estrategia afectiva que puede mejorar la dimensión afectiva del aprendizaje es la que tiene que ver con el control emocional, especialmente la ansiedad, ya que esta puede llegar a bloquear e interferir el aprendizaje.

2.1. Estrategias de procesamiento.

Las estrategias de apoyo suministran las condiciones mínimas de funcionamiento para que el aprendizaje significativo se pueda producir. Las estrategias de procesamiento van dirigidas directamente a la codificación, comprensión, retención y reproducción de los materiales informativos. En la utilización de estas estrategias reside la calidad del aprendizaje, ya que una de las funciones de estas estrategias es favorecer el aprendizaje significativo.
Las estrategias de procesamiento más importantes son la repetición, selección, organización y elaboración. La repetición tiene como finalidad mantener vivo el material informativo en la memoria a corto plazo y transferirlo a la memoria a largo plazo. Las técnicas de repetición más usadas son pregunta y repuesta, predecir y clarificar, restablecer y parafrasear. Aunque la repetición es una estrategia necesaria para la retención de los conocimientos, no es suficiente para lograr el aprendizaje significativo que depende más bien, de las otras tres estrategias.
Las estrategias de selección por su parte, consiste en separar la información relevante de la información poco relevante, redundante o confusa. Es este, evidentemente el primer paso para la comprensión del significado de los materiales informativos. Si el sujeto que trata de aprender de un texto no sabe o no es capaz de separar lo esencial de lo no esencial difícilmente puede comprender el significado del texto. Esta estrategia tiene a su servicio una serie de técnicas que pueden activar y desarrollar la tarea selectiva, esta son el subrayado, el resumen, el esquema y la extracción de la idea principal.
Ahora bien, la estrategias de elaboración implican producir una frase que conecta dos o más palabras o generar una imagen mental que relaciona dos elementos del contenido informativo, entre sus técnicas se encuentran la interrogación elaborativa, las analogías, las señales, la toma de notas, los organizadores previos, la imagen y la activación del esquema.

2.3. Estrategias de personalización.

Estas estrategias están relacionadas, sobre todo con la creatividad, el pensamiento crítico y el transfer. El pensamiento crítico se define como el pensamiento reflexivo, razonable que decide qué hacer y qué creer.
Las estrategias del pensamiento crítico pueden ser de clarificación (centrar el problema, analizar los argumentos, formular y contestar preguntas de clarificación), de apoyo básico (juzgar la credibilidad de una fuente, observar y juzgar los informes de observación), de inferencia (deducir y juzgar deducciones, hacer y juzgar juicios de valor) y de estrategia y táctica (decidir sobre la acción o interactuar con otros).
El pensamiento creativo tiene alguna relación con el pensamiento crítico, pero afecta más a la producción de nuevas maneras de ver la información que al análisis reflexivo de la misma.

2.4. Estrategias metacognitivas.

Mientras las estrategias cognitivas ejecutan, las estrategias metacognitivas planifican y supervisan la acción de las estrategias cognitivas. Las estrategias metacognitivas tienen una doble función: conocimiento y control. La función de conocimiento de las estrategias metacognitivas se extiende a cuatro grandes grupos de variables: las variables relacionadas con las personas, la tarea, la estrategia y el ambiente. De esta forma, cuando un estudiante se enfrenta a una tarea, las estrategias metacognitivas le ayudan a conocer lo que sabe sobre la tarea, cuál es su naturaleza y grado de dificultad de la tarea, cuál es la estrategia o estrategias adecuadas para resolverla, y el ambiente más favorable para enfrentarse con ella. Es el conocimiento del conocimiento (metacognición).
La diferencia entre los estudiantes con éxito y los sujetos que tienen dificultades de aprendizaje es que mientras para los primeros, tanto el éxito como el fracaso, se convierten en instancias interactivas porque suministran conocimiento (metacognición) sobre la capacidad del sujeto, la dificultad de la tarea, la adecuación de las estrategias apropiadas y el ambiente pertinente para conseguir el éxito, para los segundos, el éxito y el fracaso sólo tienen consecuencias en el orden afectivo.
La función de control hace referencia a las tres grandes instancias de regulación de la conducta que responden, además, a los tres momentos de modulación de la acción por parte del pensamiento: la planificación, la regulación y la evaluación. Cuando un estudiante aprende, puede sacar ventaja de las estrategias metacognitivas que le ayudaran a planificar, controlar y evaluar su tarea.
Los campos en los que se ha desarrollado más la investigación sobre las estrategias metacognitivas son la atención (meta-atención), la compresión (meta-comprensión) y la memoria (meta-memoria).
La función del conocimiento de la meta-atención se refiere a la atención como objeto de conocimiento, centrándose en los aspectos cognitivos del proceso atencional, como puede hacerlo en la memoria o en la solución de problemas. Un niño, puede no saber que la atención a una tarea no se produce, a veces, de manera automática, y exige, por ello, algún tipo de esfuerzo; o puede ignorar que la atención es limitada, o que en algunas ocasiones puede resultar afectada por factores como la motivación, los niveles de ruido o la propia edad del sujeto. Este conocimiento de la atención es importante para las tareas de aprendizaje, ya que sin ese conocimiento difícilmente puede una persona realizar un esfuerzo activo y eficaz para atender a una tarea determinada.
La segunda función de la meta-atención es el control de la atención. En principio, cabe pensar que un estudiante atiende con eficacia una vez que los mecanismos o procesos atencionales están activados, siempre que no padezca ningún déficit atencional; pero también es posible que no controle activamente la atención, o que la controle, pero tenga dificultades en desarrollar las habilidades necesarias para atender una situación particular como, por ejemplo, comprobar su estado atencional del momento, o evaluar la estrategia utilizada. Estas habilidades son las que constituyen el verdadero control ejecutivo de la atención y son críticas en el aprendizaje y solución de problemas.
La función cognitiva de la meta-comprensión se refiere al conocimiento de las variables relacionadas con la comprensión significativa de los contenidos del aprendizaje. La función de control implica organizar las tareas del aprendizaje de acuerdo con las pautas establecidas por la experiencia mental reflexiva: planificar, regular y evaluar. Cuando el profesor plantea un problema o formula a cualquiera de sus alumnos, lo normal es que éste, antes de dar una respuesta, establezca una representación interna dentro de su cabeza, que le lleva a preguntarse si ha comprendido la pregunta, si es conveniente hacer esto o lo otro para responderla y, si por fin, la respuesta que tiene es correcta o no.
Pues bien, esta representación interna que se produce en la cabeza de los estudiantes es a lo que llamamos metacognición, que es el conocimiento y el control que cada persona tiene de sus propios pensamientos; y es esto precisamente lo que distingue las maneras eficaces de las ineficaces de realizar una tarea.
Además de la enseñanza de la metacognición, se puede mejorar los niveles metacognitivos de los alumnos cambiando el clima general de la clase de manera que ésta sea el verdadero hogar del pensamiento. Costa (1984) citado por Beltrán (1995) ha hecho una propuesta en este sentido que se puede encerrar en una especie de decálogo:
• Planificar las tareas escolares
• Formular preguntas
• Ayudar a hacer elecciones conscientes
• Evaluar con múltiples criterios
• Eliminar el yo no puedo
• Parafrasear las ideas de los estudiantes
• Poner nombre a la conducta de los estudiantes
• Practicar el role-playing
• Favorecer la apertura de diarios personales
• Modelado

Por otra parte, la metamemoria se refiere al conocimiento y control de los procesos de memoria. El conocimiento está centrado en la conciencia de la necesidad de recordar. Saber que hay que recordar un material específico para una evaluación afecta la forma de prepararlo. Ayudado por este conocimiento, el sujeto podrá releer el tema varias veces, subrayar algunas partes de él, tomar notas sobre puntos específicos o hacerse algunas preguntas a medida que se lee. De esta forma, el punto de partida de cualquier acto de memoria es que hay necesidad de recordar.
El control se refiere a llevar cuenta del progreso que se va realizando cuando los materiales se confían a la memoria. Está comprobado que los estudiantes habilidosos controlan constantemente su propio progreso. A medida que estudian, valoran lo que han aprendido, lo que ésta casi aprendido y lo que requiere más esfuerzo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena información. ¡Gracias!

Anónimo dijo...

Nos faltarían ver tus referencias, eso nos ayudaria a comprender mas